Posts etiquetados ‘Hectare’


Salmos 2:1-12

¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendre hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.  Los quebrantarás con vara de hierro;  como vasija de alfarero los desmenuzarás. Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bien aventurados todos los que en él confían.

¿Te suena de algo? ¿Acaso te identificas, como cristiano/a, con éstas palabras o ésta misma situación? Naturalmente éstos pasajes bíblicos hacen referencia a Jesús, como Hijo de Dios, y el futuro que le depara.

A nosotros también se nos ha concedido ser llamados hijos de Dios. Y cabe decir que a diario, el mundo también se amotina, piensa cosas vanas y nos desprecia. Consultan en contra nosotros. En todo momento, desean romper nuestras ligaduras, hechar de sobre sí, nuestras cuerdas.

¿Confiamos verdaderamente en Dios y en su poder? ¿O acaso confiamos en los hombres? ¿Donde tienes puesta tu confianza hoy día? La Biblia nos dice, de una manera muy resonante: «maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Sera como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.»

Pero en éstos tiempos tan tenebrosos, el Señor nos quiere dar una palabra de consolación diciéndonos:

De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. (jn.16:20).

«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (jn.16:33).

Y aunque reyes no se inclinarán delante de nosotros, lo harán delante de aquel que nos ha redimido. Y tendremos la satisfacción de verlo con nuestros propios ojos.

En aquel día, honrarán al Hijo, como se honra ha un Padre. Y si nosotros, somos hijos del Dios viviente, nos honraran juntamente con Él. Porque si somos herederos, somos co-herederos juntamente con Crísto.  Que el Señor les bendiga.